Félix Cuadrado Lomas

De la carpeta "Homenaje a Cesar Vallejo"

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Papel Bliblos 250 grs. Medidas: 30x30 cm, 

Edición limitada a 35 ejemplares firmadas y numeradas por el autor (2 de diciembre 2015)

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Papel Bliblos 250 grs. Medidas: 30x30 cm, 

Edición limitada a 35 ejemplares firmadas y numeradas por el autor (2 de diciembre 2015)

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Serigrafía en papel Arches 280 grs. algodón 100%

Medida 33x26.5 cm Edición limitada de 30 ejemplares

Numeradas y firmadas por el autor
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Serigrafía “Tierras construidas”

para el Congreso SEPA valladolid 2014 del 22 al 24 mayo.

Edición de 120 ejemplares

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Paseillo toreros 1987

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Nace Félix Cuadrado Lomas en el barrio vallisoletano de San Andrés en 1930. Hace sus estudios primarios en la capital castellana y, posteriormente, cursa disciplinas de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos. A partir de este momento puede decirse que toda su actividad artística es obra de un constante ensayo y esfuerzo autodidacta. 
Desde niño, pasa largas temporadas en el pueblo palentino de su madre, Calzada de los Molinos, vecino de la monacal Carrión de los Condes, en plena ruta Jacobea. Allí se familiariza con el paisaje cerealista de la zona y de las faenas de la labranza que conoce en casa de sus tíos: arar, sembrar, siega y trilla, así como todo lo relacionado con los animales, especialmente mulas, que luego pasará a formar parte de su particular iconografía. 
El futuro pintor comienza en este ambiente a ordenar sus sensaciones ante estos paisajes de la infancia que constituyen, como para todos nosotros, el paraíso terrenal al que siempre regresamos una y otra vez en la vida.
Expone por primera vez en los años sesenta, y monta su estudio en una buhardilla junto a la Catedral, donde prepara exposiciones que aportan un nuevo aire a la interpretación del paisaje castellano que entonces se hacía. 
Opta por ofrecer una visión cubista de formas y volúmenes que tan bien encajan en la geometría del paisaje de Tierra de Campos y que, más adelante, será tomada como el verdadero rostro de Castilla. Santiago Amón escribió al respecto: “Se parcela, trocea, divídese y se subdivide en tantos planos cromático-geométricos como facetas tiene el suelo y destellos la luz”.
En 1975 traslada su estudio al vecino pueblo de Valladolid, Simancas, en un momento en que varios pintores y artesanos toman la misma dirección y se instalan en la villa simanquina, formando un conjunto de amigos que serán conocidos como “Grupo Simancas”. Cuadrado Lomas se encargará de fijar la nómina de los mismos en un retrato que los muestra vestidos con traje de luces, obra a la que titula con expresión casi metafísica “Toreros antes del paseíllo” (1987). Se trata de una clara alusión a los artistas que se la juegan en el mundo de las artes, como sus compañeros Gabino Gaona, Jorge Vidal, Paco Sabadell o Domingo Criado.
En el pueblo simanquino sigue pintando y, según una tradición en el oficio que proviene del Renacimiento, también aborda la obra gráfica con dibujos, grabados, serigrafías, etc., que el autor valora en el plano estético al mismo nivel que su obra principal de pintura al óleo sobre lienzo. 
Con sus trabajos gráficos compone una serie libros de mulas, palomares, tierras, y flores que aparecen acompañados por textos de sus amigos poetas y escritores, como Justo Alejo, Francisco Pino,  Emilio Alarcos o Blas Pajarero. 
La serigrafía que se presenta en esta carpeta, numerada y firmada por el autor, forma parte de esta obra gráfica en la que el taller de José Luis Murcia ha conseguido mantener el temblor de la creación original realizada al aire libre, en ese trazo que caracteriza la obra de Cuadrado Lomas. 
Cumplidos los 83 años, continúa su rutina diaria trabajando en su estudio cuando hay buena luz y la salud deja. Algunos amigos bromean con el Maestro: “Te va a pasar como a Tiziano, que a los 90 hizo su mejor obra”. Nos reímos todos esa tarde en su estudio, pero lo cierto es que los óleos de bodegones que nos ha enseñado superan lo que uno se podría imaginar de este género, que hace tiempo quedó arrinconado en la historia de la pintura, y que bien pudieran convertirse en paradigma de la modernidad como resumen del largo y siempre cambiante río del arte. 
Ramón Torío 
Valladolid, abril de 2014