En 1964 alcanza el primer reconocimiento público a su obra al obtener el Premio de Escultura de Valladolid y en 1968 gana el Premio de Pintura en el Concurso de Arte Juvenil de Valladolid.
En 1973 logra el Premio Nacional de Valladolid de Escultura con la obra Escultura en piedra en la que se manifiesta su gusto por las formas redondeadas. Sin embargo cuando al año siguiente expone en la madrileña galerá Novart presenta una diversidad de modos de expresión que van desde relieves matéricos sobre fondo acrílico a dibujos y gouaches, en todos los cuales manifiesta una notable fantasía y riqueza creativa.
Su última exposición celebrada en la Diputación Provincial de Valladolid en 1995, ha servidor al artista para mostrar su última forma de expresión volcada en la policromía y el dorado, disciplina en la que ejerce docencia en la Escuela de Artes y Oficios vallisoletana, logrando en sus «retablos» aunar el dominio de la técnica tradicional castellana con diseños que evocan el mundo del austriaco Gustav Kilmt dentro de un sentido decorativo muy afín.
Leopoldo del Brio
Serigrafía de la carpeta Paradiso 1976
Nacido en La Parrilla (Valladolid) en 1945. Su formación inicial en la Escuela de Artes y Oficios se realizó bajo el magisterio de los escultores Antonio Vaquero y Ángel Trapote.